jueves, 23 de abril de 2015

Reseña infantil: "Mi perro Míster", de Thomas Winding.


Breve acercamiento a un título de literatura infantil, que ya tiene algunos años.

Título: Mi perro Míster
Título original: Min lille hund Mester og andre dyr
Autor: Thomas Winding (1988)
Traducción del danés: Leopoldo Rodríguez Regueira
Editorial: Ediciones SM
Primera edición: mayo 1997
Tercera edición (segunda en rústica): enero 2001
ISBN: 9788434871229
Edición: rústica
112 páginas
Colección El Barco de Vapor, 125
(A partir de 9 años).


Sinopsis: Míster es un perro muy... muy testarudo, y si no, que se lo pregunten a Thomas: un día llamó a la puerta de su casa y nunca más volvió a marcharse. A pesar de que Thomas no estaba muy convencido de tener un perro: no tenía tiempo para cuidarlo. Pero no importaba: sería Míster quien cuidaría de él.


Sobre el autor
Thomas Winding (1936-2008), fue un escritor, maestro, dibujante, locutor y productor de radio y televisión danés.
Especialmente conocido por su voz, Winding fue un auténtico icono entre los niños de los años 70 y 80.
Escribió más de 25 libros infantiles, muchos de ellos traducidos a otras lenguas.
Del perro Míster se puede disfrutar en español de tres títulos, publicados por la editorial SM:
- Mi perro Míster (el que aquí traemos)
- Mi perro Míster en la noche
- Mi perro Míster y el gato


Impresiones sobre el libro

Estamos ante un libro corto protagonizado por Thomas, el narrador, que hace partícipe al lector de sus vivencias con el que se convertiría en su perro, Míster.

En un libro repleto de diálogos y fácil de seguir, conocemos a Míster, un perro peculiar, testarudo y caradura, que no sigue las pautas que se esperarían de un perro normal. Míster se nos presenta como un personaje "humanizado": sabe hablar y está decidido a ser el perro de Thomas, así que se planta delante de la puerta de su casa y se ofrece para ser su perro guardián, aunque también se define como un buen perro de aguas. Thomas, que en principio no tiene interés alguno en tener perro, ni tiempo para cuidarlo, acabará aceptando al animal, que se convertirá en un amigo con el que conversar:

          -Eres un caradura -le dije.
          -Y tú serás muy amable si me dejas vivir en tu casa -aseguró Míster-. ¿Sabes una cosa?
          -¿Qué?
          -Vas a quererme mucho.
          No sé cómo podía saberlo, pero tenía razón, porque lo quiero de verdad.

Míster solo se comporta como un "perro normal" delante de otras personas, aunque cuando va de paseo por la calle no acepta ir sujeto, porque va tan rápido que la correa casi lo estrangula, y la gente piensa que Thomas lo trata mal, aunque en realidad los dos son como colegas. El cesto que Thomas compró para que Míster durmiera y el cuenco de plástico donde debía comer se convirtieron en objetos sin uso, porque Míster, humanizado como está, prefiere comer en la mesa junto a Thomas, y no se corta a la hora de compartir cama y sofá con su dueño, a pesar de que éste no se cansa de advertirle que debe comportarse como un perro, aunque al hacer estas recriminaciones se sienta mal. En el fondo, Thomas debe demostrar que él maneja la situación, pero las peculiaridades de Míster hacen que muchas veces se salga con la suya. Se producirán situaciones de "tira y afloja" entre Thomas y Míster, que darán lugar a largas conversaciones, en las que Thomas contará a su perro historias de animales escritas por personas, fábulas que encierran una moraleja final, una enseñanza, aunque no siempre acaben bien. Según Míster, los que escriben estas historias son personas, y las personas no conocen realmente a los animales, pero aun así está decidido a escuchar las historias de animales, escritas por personas, que Thomas está dispuesto a contarle:
   "...Los hombres no se aman y entonces creen que los animales somos igual de desagradables."
Con ilustraciones de Wolf Erlbruch (que recibió en 1993 el Premio Alemán de Literatura Juvenil al mejor álbum ilustrado), de las que puede verse un ejemplo en la fotografía de más arriba, "Mi perro Míster" es un canto a la amistad, y un claro ejemplo de defensa de los animales, y del cariño hacia los mismos. Las conversaciones entre los protagonistas dan pie a que el lector conozca un total de diez cuentos infantiles, protagonizados casi en su totalidad por animales, recopilación de distintos países, que vienen acompañados por una reflexión por parte de los protagonistas:
"-Ah, es una vieja historia india de hombres. Los animales no somos así. A nosotros nos cazan, nos maltratan y molestan, nos meten en jaulas e, incluso, a algunos les disparan, los matan y los comen. Y nosotros, a cambio, no hacemos nada."

Impresiones
Tenía este libro por casa, prácticamente abandonado, a la espera de que algún pequeño de la familia se decidiera a leerlo (no me gusta deshacerme de libros, ni siquiera aunque estén un poco estropeados), y finalmente he sido yo la que se ha acercado a él, y debo decir que lo he disfrutado, porque su lectura me ha resultado grata. Me han gustado los personajes, especialmente Míster con su forma de actuar, y Thomas, que acaba sucumbiendo por la personalidad del que más que mascota se convertirá en su amigo. No he tenido nunca perro, pero sé que en ocasiones estos animales parecen entendernos, y creo que si pudieran hablar nos dirían realmente qué piensan de nosotros y del mundo que nos rodea. El autor ha hecho precisamente esto, dar voz a los perros, y crear un personaje caradura que sabe ver lo bueno y lo malo de los humanos, y que no duda en disfrutar de las ventajas y comodidades de las que disponemos.
Al predominar los diálogos, la historia se lee de una sentada, a lo que contribuye el que esté escrita con un lenguaje sencillo, sin utilizar palabras extrañas, con lo cual puede ser fácilmente comprendida por los niños de cualquier edad. El libro resulta una buena aproximación a cuentos tradicionales de otros países, que en mi caso no conocía. La combinación de escenas cotidianas entre un perro y su dueño, aunque tratadas desde el punto de vista de dos amigos que conviven, con la narración de cuentos tradicionales, resulta un punto interesante que a mí personalmente me ha gustado y que hacen que se avance en la lectura; además, sin darse cuenta, el joven lector está acercándose a distintos modelos de comportamiento que le llevarán a una reflexión final. En definitiva, el libro te deja pensando, y ese es un punto a su favor.

Lectura entretenida, ágil, libro divertido en ocasiones, que despierta el interés en los animales y que nos deja reflexionando (creo que a los mayores nos pasa) sobre las personas y su enrevesada forma de actuar en ocasiones. Creo que lo recomendable de este libro sería leerlo con los niños, pero si no los tenemos cerca, los mayores también podemos encontrar un hueco para disfrutarlo. Se despiertan las ganas de tener perro, aunque dudo que alguno tan peculiar como Míster se plante delante de nuestra casa para cuidar de nosotros. Realmente es una lástima que Míster se quede en personaje literario, porque no me importaría conocer, o ser amiga, de un perro así.


martes, 14 de abril de 2015

Khïmera, de César Pérez Gellida.


La reseña de hoy responde a la lectura conjunta que se ha desarrollado en la blogosfera de este libro, gracias a la editorial y a los blogs organizadores, que han permitido que unos pocos afortunados nos hagamos con el último título de un autor con el que se disfruta.

Datos técnicos del libro
Título: Khïmera
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Suma de Letras
Formato: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 978-84-8365-839-0
Primera edición: marzo de 2015
544 páginas
Precio: 19'90€


Sinopsis
El mundo cambiará para siempre.
2054. Tras la Guerra de Devastación Global, la realidad social y geopolítica ha cambiado rotundamente. Los viejos conceptos de la democracia y el capitalismo han sido enterrados por las corrientes transhumanistas y la tecnofagia. El poder se concentra en manos de las grandes corporaciones, sin embargo todavía queda un cabo suelto, un molesto inconveniente que se escapa de las afiladas uñas de la Asamblea: Khïmera.
En la arriesgada búsqueda de un enigmático personaje conocido como el bogatyr -héroe para algunos y villano para otros-, están puestas las últimas esperanzas de aquellos que luchan para logar que el mundo cambie para siempre.


Impresiones sobre el libro

Quienquiera que lea la sinopsis del último libro de César Pérez Gellida puede tener claro que esta vez no estamos ante un ejemplo de novela negra, más bien ante una distopía, género que parece haberse puesto de moda en los últimos tiempos, claramente dirigido a un público juvenil, aunque Khïmera poco tenga que ver con esta moda.

Pérez Gellida se ha puesto al frente, como si de un director de orquesta se tratara, de un thriller futurista ambientado principalmente en el año 2054, aunque los hechos narrados en la trama se remonten al año 2033, un futuro bastante cercano si nos paramos a pensarlo, y que espero y deseo se quede únicamente en la portentosa imaginación del autor. Khïmera nos presenta un nuevo reparto de potencias en el mundo, con tres bloques principales, poca tasa de mortalidad por los avances científicos a pesar de las numerosas pérdidas humanas causadas durante la guerra, desequilibrios entre escasos recursos alimenticios y elevada población, y diferencias agravadas entre países ricos y pobres, siendo cada vez menos los afortunados que acaparan las riquezas y ostentan el poder. Si nos paramos a pensarlo, no hay mucha diferencia entre lo que observamos hoy día.

El autor estructura la obra en cuatro partes, cuatro movimientos, como si de una obra de música clásica se tratara. El primero de ellos, "Allegro assai" es quizá el más denso de todos y el más difícil de entender, pero es necesario para dar forma a la historia que se desarrolla en el resto de páginas. El lector entra en antecedentes de cuál es la situación política real en la que se mueve el mundo antes y después de la Guerra de Devastación Global. Es quizá una lectura densa, difícil de seguir en algún momento, en la que aparecen varios personajes con extraños nombres (chinos, árabes, de la antigua Europa del Este...) difíciles de retener, pero que vamos a encontrar de nuevo a lo largo de la lectura y a los que no tendremos dificultad en ubicar una vez avanza la trama. Las cien páginas que abarca este primer movimiento deben ser leídas tranquilamente y sin desesperar, porque la trama se agiliza mucho más a partir de ahí y ya no hay forma de parar de leer. Me ha gustado la forma que ha tenido el autor de introducir este primer movimiento, a modo de leyenda eslava, en un preludio que avanza la historia, leyenda protagonizada por el príncipe Iván, aconsejado por una anciana, en realidad la ninfa Rusalka. Todo se hace extraño en estas primeras cien páginas: leyendas tomadas de la mitología eslava, los bogatyrí (caballeros bizarros y poderosos), nombres difícilmente pronunciables de los personajes, el nuevo orden mundial, las diferencias entre unos y otros y en definitiva, la búsqueda de poder entre las distintas facciones... Es la primera vez que oímos hablar de Rusalka, mujer cuya identidad real conoceremos bien avanzada la historia, experta en cibercontienda y máxima autoridad del proyecto Khïmera (los seguidores del autor se llevarán una buena sorpresa con esta protagonista).

La trama nos pone al corriente de un futuro nada halagüeño, con el mundo dividido en facciones, con una guerra de devastación entre bloques aliados, experimentos científicos que alargan la vida, batallas en las que combaten máquinas que lanzan bombas inteligentes, poco valor de la vida humana, diferencias cada vez más agravadas entre unos miembros de la sociedad y otros, el mundo dividido en áreas o territorios, y dentro de ellos, estratificación social, con privilegiados viviendo en los cinturones metropolitanos y otros en áreas de exclusión, cuya vida no tenía gran valor para los que realmente mandaban sobre todos ellos. La Asamblea, formada por representantes de las grandes corporaciones empresariales que ahora dominaban el mundo, era el núcleo del poder y estaba presidida por Benjamin Harding. En un mundo sin fronteras, donde los seres humanos serán medidos por su productividad y todos pasan bajo el control de La Lupa, sistema de observación de La Asamblea, no se dudará en acabar con los seres humanos más desfavorecidos para mantener un orden establecido que conviene a las grandes corporaciones aunque para ello haya que llevar a cabo un auténtico genocidio. Acabar con el proyecto Khïmera (organización clandestina de agentes polivalentes y superdotados artificialmente que durante la guerra puso en jaque a las grandes potencias), única organización capaz de dar al traste con el genocidio proyectado por La Asamblea), y con el último bogatyr (agente superdotado) será el objetivo de los que gobiernan; el último bogatyr se convertirá también en la esperanza de aquellos que luchan para que la realidad cambie. La búsqueda del último agente superdotado artificialmente, unos con intención de acabar con él, otros persiguiendo cambiar el mundo tal y como se conoce en el 2054, se convertirá en el motor de la historia. Aunque tenemos noticia de estos agentes al principio de la trama, la identidad del último de ellos será una verdadera sorpresa a la que nos llevará el autor.

La historia va sucediéndose rápidamente a medida que se avanza en la lectura, una vez superado el tramo inicial del primer movimiento todo fluye de manera más o menos rápida. Los personajes van alternándose a lo largo de los capítulos, y todos tienen su razón de ser, aunque conviene no cogerles demasiado cariño. Están desarrollados en su justa medida, según conviene a los intereses de la trama. Al principio de la historia, a modo de prólogo, los diferentes personajes son presentados como si de miembros de una orquesta se tratara. Reconozco que al principio esa clasificación me costó un poco, porque durante el primer movimiento buscaba sus, en algunos casos, impronunciables nombres para no perderme en la trama y me resultaba complicado que los mismos estuvieran precedidos por el instrumento que supuestamente manejaban en la orquesta. Reconozco que no tengo conocimientos suficientes de música clásica e ignoro si la elección de uno u otro instrumento para cada uno de los protagonistas tiene razón de ser. Habiendo leído Memento mori debo reconocer que el autor da una gran importancia a la música, y en este caso toma como excusa una orquesta y una obra musical para desarrollar su trama, y en mi modesta opinión lo consigue, porque los personajes y los motivos y actos que los mueven ayudan a agilizar la trama hasta su desarrollo final. Como dato curioso, sabremos ese final antes de que concluya el libro; en el último movimiento el autor hace algo así como una reconstrucción de la trama que une todos los puntos, y aún sabiendo qué pasa antes de concluir la lectura, se agradece esa forma de narrar.

Aunque estamos ante un thriller futurista, la prosa y el estilo de Pérez Gellida hace que la historia se disfrute, y si bien es verdad que cuesta un poco al principio hacerse con la historia y los diferentes personajes, pasada la primera parte la trama va adquiriendo ritmo y ya no puedes dejar de leer, porque quieres saber qué le pasa a los distintos protagonistas, cada uno de ellos movido por un fin. Se nota claramente que el autor ha tenido que investigar bastante para desarrollar ese fatídico futuro que describe en el libro, haciendo hincapié en avances médicos, tecnológicos y militares, e imaginando las diferentes alianzas que podrían dar lugar a la situación que describe.

No soy mucho de leer este tipo de género, creo que es mi primera incursión en los últimos tiempos en una novela con tintes futuristas (reconozco que estoy siguiendo las sagas distópicas juveniles en su versión cinematográfica), pero debo reiterar que aunque me ha costado un poco avanzar al principio, en su conjunto me ha encantado, aunque lo que no me gusta, y en eso no tiene la culpa el autor, es que podamos acabar viviendo esa situación (supongo que en nuestras manos estará que no se cumplan las predicciones que parece habernos dejado en forma de libro). A pesar de que en la historia se habla de superpoblación, me ha impactado mucho la cantidad de vidas y ciudades destrozadas por el afán de unos pocos de prevalecer sobre otros y controlar el mundo, creo que en parte por eso se me hizo algo complicado el primer movimiento:

     "Lo que estaba ocurriendo en el continente africano no era en absoluto halagüeño, pero ni en el peor de los vaticinios se aproximaba a la realidad que habrían de vivir los habitantes del planeta durante los treinta y ocho meses siguientes.
     Treinta y ocho meses en los que se perdieron más de seiscientos ochenta millones de vidas, se despoblaron o destruyeron más de dos mil quinientas grandes ciudades y una octava parte de la superficie terrestre dejó de ser habitable.
     Treinta y ocho meses tras los que casi nada volvió a ser lo mismo porque casi nada quedaba de lo anterior.
     Treinta y ocho meses de devastación en los que el ser humano dejó de ser humano y estuvo muy cerca de dejar de ser."

¿No os dejan pensando estas palabras tomadas del libro?


El autor cierra la trama con un Rondó final, que conecta de forma magnífica la leyenda desarrollada en el Preludio y con una Nota a los lectores, agradeciendo el esfuerzo por haber llegado hasta ahí, y lanzando un guiño a los seguidores de su saga Versos, canciones y trocitos de carne. Personalmente solo he leído el primero, aunque tengo Dies irae esperando su turno en la estantería, y tengo intención de hacerme también con su continuación, aunque el propio autor haya hecho en esta nota final un spoiler sobre uno de los personajes principales de su obra (aun sabiendo lo que pasará con él, prometo leer el libro). Me gusta el estilo de César Pérez Gellida, a pesar de la complejidad de la trama no resulta difícil imaginar las escenas narradas, y eso es algo que se agradece. En mi modesta opinión, estamos ante un libro altamente recomendable que hay que leer poco a poco en sus inicios, buscando superar las primeras cien páginas que darán paso a una trama ágil y llena de sorpresas y a una sucesión de protagonistas (militares, gobernantes, periodistas, científicos, miembros de la resistencia e incluso duendes) que tienen su razón de ser para estar allí. Hay que reconocer que es un libro que no te deja indiferente, y particularmente he disfrutado mucho con su lectura. Además, no forma parte de ninguna saga, la historia empieza y termina en el propio libro, y lo más importante, se disfruta con él.


Sobre el autor
Es costumbre en este blog dar unos pequeños datos biográficos del autor del libro. Como ya lo hice en su momento en la reseña de Memento mori os invito a visitarla si os apetece. Espero poder reseñar pronto los dos títulos que le siguen. La lectura de Khïmera ha hecho que me entren ganas de retomar la trilogía. Además, ya se nos ha anunciado un nuevo caso de Ramiro Sancho, "Sarna con gusto", así que habrá que darse prisa leyendo los anteriores.

Si alguien está interesado en contactar con el autor, son varios los medios disponibles:
Email: cesar@perezgellida.com
Web: www.perezgellida.com
Facebook: facebook.com/cesar.perezgellida
Twitter: @cpgellida